miércoles, 27 de enero de 2010

Hada Luna


Como todas las tardes Hada Luna corría para terminar su merienda e irse a jugar con sus amigos, jugaban con las bicis a corretear por las calles y a saltar en cualquier cosa que fuera lo más parecido a un charco, reían y reían con la inocencia dibujada en sus caras. Lo que más le gustaba en el mundo a nuestra pequeña Hada Luna era beber en las fuentes y a veces lo repetía en tantas ocasiones que terminaba con dolor de tripa y tenía que marcharse a casa cuando el juego estaba más interesante. Cuando llegaba, su madre, con solo mirarla, ya sabía que algo no iba bien, pero lejos de interrogarla esperaba pacientemente a que ella le contara lo sucedido. Hada Luna no siempre lo hacía pero su madre siempre adivinaba. Tras la ducha y la cena tenía que irse a dormir con cara de “no es justo” por ser pequeña, no pasaba ni un minuto sin que se escuchara: “Tengo sed” a lo que su padre respondía: “es muy tarde, anda, duérmete”. Y por la mañana parecía como si todas las fuentes de su ciudad estuvieran en su cama…
-“Mamá, mamá, me lo he vuelto a hacer en la cama”.

Su madre con cariño le explicó que no podía beber de todas las fuentes y menos por la tarde. Hada Luna, sonrojada prometía en vano no volver a hacerlo más, pero el problema crecía con ella, y ya no solo se levantaba mojada sino que a veces volvía del cole abochornada por que el pipí se había escapado…y sus compañeros y amigos se habían reído de ella. “pero mamá”, decía Hada Luna desesperada; “cuando me río no puedo evitarlo, se me escapa sin querer”. “Pues tienes que ir más a menudo al baño, hija, si no esto se convertirá en un problema cada vez más difícil de solucionar”.
Hada Luna siempre tomaba en cuenta los consejos de su madre pero en esta ocasión no podía remediar desobedecerla porque cuando jugaba estaba muy entretenida haciendo una actividad que le gustaba, le daba tanta pereza ir al baño y aguantaba tanto que cuando encontraba el momento de ir ya era demasiado tarde.
Un día se preparó un viaje en el colegio y Hada Luna ilusionada pidió permiso en casa para ir y como a sus padres les pareció buena idea comenzó a preparar su mochila, serían tres días maravillosos en el campo, haciendo todo tipo de actividades, durmiendo en tiendas de campaña, bañándose en lagunas naturales y comiendo juntos al aire libre. Y llegó el gran día, sus padres la acompañaron a buscar el autobús que les llevaría a su destino y todo comenzó a discurrir según lo había planeado hasta que al llegar a la tienda por la noche recordó que no había parado de beber en toda la tarde, había bebido aún más en la cena y junto al fuego de campamento. “Me pondré el pijama y me meteré en el saco de dormir”, pensó, e intentaré no quedarme dormida, aunque sabía que con el cansancio que arrastraba eso resultaría casi imposible, la pobre se veía ya por la mañana despertándose empapada y con la tienda oliendo a pipí.
Pero al buscar su pijama en la mochila encontró la solución; su madre le había metido unas braguitas-pañales super- absorbentes por lo que pudo dormir plácidamente toda la noche sin miedo al ridículo y disfrutar plenamente del campamento.
Pero pasó tanto miedo pensando en las risas de sus compañeros que desde ese día dejó la pereza a un lado y decidió obedecer a su madre.
Querido niño, sí, tú que te escondes detrás de tus gafas, no eres el único que mojas la cama o llegas mojado a casa, si tienes paciencia y obedeces a tu mamá todo se arreglará tarde o temprano…nuestra amiga Hada Luna ya no ha vuelto a venir mojada y es muy feliz. Cuando creas que las cosas te ocurren a ti sola, o a ti solo, mira a tu alrededor y comprobarás que la mayoría de las cosas que te asustan nos han ocurrido a casi todos.
Con todo mi cariño para los niños que un día mojaron sus sueños.

jueves, 21 de enero de 2010

Los Seres Mágicos


Era tarde y no se veía, todos los duendes, hadas y elfos caminaban con sigilo como sólo lo saben hacer los seres mágicos, sin dejar huellas en el tiempo. Cuando llegaron al lugar que buscaban todo se iluminó en color morado y verde.
Las hadas saltaban tan contentas que el polvo de estrellas se les caía de los bolsillos, la alegría de los duendes hacía que les sonaran sin cesar los cascabeles de sus zapatos (los de la suerte) y los elfos estornudaban aromas de flores frescas.
Habían descubierto un lugar muy especial y distinto a todo lo visto antes…habían llegado a un lugar realmente mágico, la mente de un niño autista, que con su carita de despistado los llamaba desde su interior y les pedía que crearan para él un cuento, un cuento con muchos dibujos y muchos colores, brillantes e intensos y sin poder remediarlo todos los seres mágicos que allí se encontraban crearon el más bello de los cuentos con los colores más increibles que nadie pudo imaginar.
En la clase de aquel niño, para sorpresa de todos los que a veces intentaban captar en vano su interés o su atención, ocurrió también algo mágico; en su rostro se dibujó una sonrisa inmensa que iluminó el aula y señalando el dibujo de aquel bosque encantado comenzó a aplaudir.
Sus educadores llamaron enseguida a sus padres, para que todos disfrutaran de la alegría que inundaba a su pequeño.
Y es que, a veces, cuando uno no logra hablar por fuera, lo hace desde dentro…por esto tenemos que estar muy atentos a su mundo interior….porque nos hablan más de lo que podemos imaginar.

Para todos los niños autistas y sus cuidadores

lunes, 18 de enero de 2010

Mi blog cumple 100 seguidores


Mi blog ha llegado hoy al número 100 de seguidores, encabezándolo mi Hermana Pilar siendo el número uno, sin ella todo esto no hubiera sido posible, gracias a sus ánimos, su constancia día a día, su apoyo y tantas horas perdidas ayudandome en mí-su blog. Gracias a ella y a mi marido Javier he aprendido lo poquito que se de internet.
Gracias hermana por estar siempre cuando mas te necesito. Seé que muchos la conoceis pero para quien todavía no la conozca entrar en su blog, es una maestra de las minis, la pintura y de todo lo que le pongan por delante. Yo estoy super-orgullosa de ella.
Poniendo Las Minis de Pilar ya podeis conocerla.
Y cómo no, mi última seguidora se llama Daniela, al ser la última conozco poco de ella pero espero que sea el comienzo de una buena amistads, ella hace el número cien de mís seguidores.
GRACIAS A TODOS.

martes, 12 de enero de 2010

La fábrica de los duendes



Ayer visité la fábrica de los duendes, estaba en la copa de un gran árbol de color añil. Este árbol era una especie única, nació una mañana cuando una estrella estornudó y dejó caer al suelo una gran montaña de polvos de hada color azul. Los duendes que vivían en esa montaña corrieron a instalarse en el árbol.
En la fábrica se creaban sueños, magia, besos, sonrisas y amor. Cada duende se encargaba de una sección y suministraba los sueños y la magia a las personas de la tierra que los necesitaban.

En esta bella montaña había un pueblecito de calles escalonadas y en el pueblecito vivía un niño que tiempo atrás fue salpicado con polvos de luz, el duende de color añil le regaló besos y flores pero al niño no le gustaron ni los besos ni el aroma de las flores y el pequeño duende se marchó a su árbol, tan triste, tan triste que jamás pudo volver a crear nada. Como la tristeza se contagia, uno a uno, todos los duendes comenzaron a padecer la misma enfermedad y poco a poco la fábrica dejó de crear ilusiones.

Un día, por ese lugar, pasó una pequeña mariposa que pudo percatarse de la situación y corrió al pantano azul para contarle al hada lo sucedido. El hada pidió ayuda al Rey de los colores y a una niña de rizos negros que vivía en la ciudad de la fantasía llamada Momo.

Sin que el niño de las montañas pudiera darse cuenta el hada besó su corazón, el Rey de los colores pintó la más bella de las margaritas y con un pincel transparente la llenó de aroma, aroma de esperanza, y la pequeña niña de ojos negros se acercó y con una mirada de profunda verdad la dejó junto al niño...Poco a poco aquel niño fue cambiando, apenas sin darse cuenta, hasta que la tristeza comenzó a sentirse incómoda y abandonó aquel lugar...

... ahora la fábrica de los duendes vuelve a ponerse en marcha.

Os presento a mi mascota: CHINCHO




Hoy quiero presentaros a mi mascota se llama: CHINCHO, es una chinchilla: simpática, juguetona, que duerme de día y juega de noche, se alimenta de un pienso especial, no se puede mojar, se baña con arena y esa tarea la realiza él solito.

Le gusta la lechuga y el pan duro y tenemos que tener mucho cuidado con los papeles, cartones, plásticos... al ser un roedor, todas esas cosas le vuelven loco. Es el mimoso de la casa, junto a mi hijo Javier.